por Silvia R.R » Sab Abr 26, 2008 11:56 am
Se que en muchos artículos que se encuentran en Internet e incluso en libros se dice que el té rojo es una variedad de té verde y que como éste tiene poca o ninguna cafeína. Eso no es correcto.
Lo que diferencia un té verde de un té negro es si tiene lugar en el proceso de producción la etapa conocida como de fermentación u oxidación, ya que por lo demás tanto el té verde, como el té negro, el té oolong y el llamado "te rojo" provienen todos de la planta Camelia Sinensis.
En el caso de los tés verdes no existe fermentación, lo que determina un color más claro de la infusión así como una menor concentración de cafeína(la legislación no contempla el término teína), que en el caso de algunos tés japoneses(que por el momento sólo producen tés verdes) es casi inexistente: por ejemplo el Bancha.
El llamado té rojo, que como muy bien se indica en una nota anterior, procede de la provincia de Yunnan en China, es un té con un proceso de fermentación largo o prolongado lo que junto a su procedencia hace de él un té de sabor intenso, algo terroso y con un color rojizo oscuro en la taza. Eso determina que tenga una cantidad de cafeína considerable teniendo en cuenta que es un té (que siempre estará muy por debajo de la cafeína presente en cualquier café puro). Esa presencia de cafeína, que estimula el funcionamiento del hígado, que es el encargado de metabolizar las grasas, es lo que ha hecho que en occidente, siempre preocupados con las dietas de adelgazamiento y los niveles de colesterol, se haya presentado este producto, el té rojo, como un aliado en dietas, control del colesterol incluso en dietas para deportistas.
Si alguna vez vais por China, no preguntéis por té rojo, nadie lo conoce así allí; su nombre es Pu-erh.
Y en cuanto a que es el té del emperador, recordar que igual que ocurría en Castilla y en muchas partes de Europa, reyes y nobles cobraban sus impuestos requisando las cosechas, en Europa eran cereales y en China y japón eran de té. A partir del momento en el que el Emperador escogía una cosecha, ese té pasaba a llamarse el Té del Emperador y el el caso de Japón los sacos se distinguían con una cinta amarilla que es el color de los emperadores japoneses. Por ello, ¡muchos podrían ser llamados té del emperador!
Se que en muchos artículos que se encuentran en Internet e incluso en libros se dice que el té rojo es una variedad de té verde y que como éste tiene poca o ninguna cafeína. Eso no es correcto.
Lo que diferencia un té verde de un té negro es si tiene lugar en el proceso de producción la etapa conocida como de fermentación u oxidación, ya que por lo demás tanto el té verde, como el té negro, el té oolong y el llamado "te rojo" provienen todos de la planta Camelia Sinensis.
En el caso de los tés verdes no existe fermentación, lo que determina un color más claro de la infusión así como una menor concentración de cafeína(la legislación no contempla el término teína), que en el caso de algunos tés japoneses(que por el momento sólo producen tés verdes) es casi inexistente: por ejemplo el Bancha.
El llamado té rojo, que como muy bien se indica en una nota anterior, procede de la provincia de Yunnan en China, es un té con un proceso de fermentación largo o prolongado lo que junto a su procedencia hace de él un té de sabor intenso, algo terroso y con un color rojizo oscuro en la taza. Eso determina que tenga una cantidad de cafeína considerable teniendo en cuenta que es un té (que siempre estará muy por debajo de la cafeína presente en cualquier café puro). Esa presencia de cafeína, que estimula el funcionamiento del hígado, que es el encargado de metabolizar las grasas, es lo que ha hecho que en occidente, siempre preocupados con las dietas de adelgazamiento y los niveles de colesterol, se haya presentado este producto, el té rojo, como un aliado en dietas, control del colesterol incluso en dietas para deportistas.
Si alguna vez vais por China, no preguntéis por té rojo, nadie lo conoce así allí; su nombre es Pu-erh.
Y en cuanto a que es el té del emperador, recordar que igual que ocurría en Castilla y en muchas partes de Europa, reyes y nobles cobraban sus impuestos requisando las cosechas, en Europa eran cereales y en China y japón eran de té. A partir del momento en el que el Emperador escogía una cosecha, ese té pasaba a llamarse el Té del Emperador y el el caso de Japón los sacos se distinguían con una cinta amarilla que es el color de los emperadores japoneses. Por ello, ¡muchos podrían ser llamados té del emperador!